Nunca tuve un mar como este.
Los repatriados de la Meseta tenemos siempre este aire de bobos desarraigados, de sobresaturación atlántica y desfase horario.
Este otro sistema de olvido contínuo, tan efectivo, de cresta sobre cresta transparente y espumas monstruosas que se escachan contra el Millenium no nos funciona por lo inusual y lo extraño. La falta de fe.
Habrá que dejarse llevar.
2 comentarios:
El mar siempre te acoge y te arrulla. No importa de dónde vengas ni cómo seas. Las olas siempre te recibirán contentas...
por eso lo quiero tanto. y porque la espuma final de las olas me recuerda a la tortilla francesa.
analogías...
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