domingo, 14 de agosto de 2011

Maldición

Y que cuando me fuí no fuí quien de despedirme. Y que ella me odia. La muy puta. Esté donde esté. Yo la siento. Me grita todo el tiempo desde lejos y la oigo aunque no quiera. Hasta debajo de las mantas.
Desgraciada.

El Chino dice que me pudriré poco a poco por dentro. Como una manzana con bicho. Que él ya lo ha visto en otros. Que te jodan Chino. Si no noto nada. Pero lo espero. Esta ahí. Ahí. Antes o después me joderá. Y por eso estoy paranoico con los latidos. Y las pesadillas.
La Tari y El Chino se ríen. Cabrones. Ellos no tienen el bicho. Ni lo imaginan.

A ella la ví mirarme como si viera a un muerto. Unos ojos de pavor con sabor a almendra amarga, a pegamento de barra. Ahí fue cuando empezó a bisbisear y a presignarse como una vieja.
Perra.

Dicen que es peor maldición si no crees en ella. El gusano del corazón repta desde dentro, el muy cabrón y te sorprende. Y te mata ahí mismo. En donde estés. Con la vida reempezada ya. O sólo respirando. Pero en marcha. Y te vas a tomar por culo. Y nadie se acuerda.

Me buscaban. Corrían todos como locos cuando me fuí. Ella dijo que me iba a matar desde lejos. '¡Desde lejos cabrón por lo que le has hecho a La Niña!' Ahí fue el conjuro. Y yo ahora lo sé. Y creo que creo en el gusano. Y también en La Niña.
 Mientras le apretaba la garganta con una de esas braguitas elásticas de colores me lo dijo: 'Tú estás maldito'. Ya sabía que nada más iba a crecer en esa cabecita castaña, de medio mujer con purpurina. Yo no quería que creciese nada más si no iba a ser para mí.
Ni para mí.
Para nadie.
 Me maldijo. Como una peste. Todos me lo notan ahora. Que voy marcado y jodido por su culpa con esa purpurina adolescente y ese tufo a podre de los malos conjuros. De mierda de viejo acabado, sentado al sol todo el puto día.
Tenía que habérselo hecho al Chino. Y a ella. A ella más que a nadie. Por bruja.
Mala Puta.


Septiembre 19, 2007 14:33

1 comentario:

Laurisas dijo...

Joder, qué mal rollo!! Esto es, como mínimo, de novela negra. Está muy bien, sí, señora.